Madame, Monsieur, you want to buy banano??

Hola hola otra vez, llegamos a Viet Nam, el país que le ganó la guerra a los gringos. En realidad eso fue ayer, por ahora son las 5 de la mañana y estamos tomando desayuno con lychees frescos en el barco (que son lo más delicioso y peludo que hay porque tienen una cáscara dura con pelos). No, nunca nos deshicimos realmente del jetlag

Primero que nada, he de describir el clima recordando que ya estamos pasado el trópico y acercándonos al ecuador. Es decir, humedad. Es decir, pelo como león. Es decir, sudar como caballo de feria. Es decir, lucho contra la idiotez de manera constante. EL pobre mono sufre. Por mi culpa, no por la humedad

Acá la selva ya se ha vuelto exhuberante. Hay palmeras por todas partes y plantas de hojas gigantes que parecen casi prehistóricas (bananos?). Todo se ve verde. Ya me gustó. Y de paso a cada rato uno cree que le va a saltar el Viet Cong por ahí (mucha película de la guerra...?)

Ya al divisar el puerto al que llegamos y sus instalaciones nos dio una idea del tipo de país al que llegamos. Nada que ver con las mega construcciones de Shanghai o Hong Kong, ni cerca del nivel de civilización de Japón. Acá es la selva. Viet Nam no es un país desarrollado como las grandes ciudades de China o como Japón. Tampoco es como Taiwan. Esto está a mil años de eso. Es básico, pobre, campesino. Con todo lo bueno y lo malo que eso tiene.

EL puerto al que llegamos se llama Chan May y de ahí tomamos un bus a Hue, que es la ciudad donde antes vivió un tiempo algunos emperadores (que iban cambiando de ciudad), que tiene hartas cosas históricas. EL términal de pasajeros no existe, es más bien una gran mole de concreto para que atraquen los barcos y una caseta móvil de inmigración donde llega el ejército a timbrarte unos papelitos y sería. Desde acá ya se nota que este país está a años luz de lo otro que hemos visto de la zona. Claro que esto no es la capital ni nada, Hanoi y Saigón (o Ho Chi Minh) quedan lejos, después les contaremos cómo es la vida en la gran ciudad. Aunque dudo que sea al nivel de las otras grandes ciudades de la zona.

Bueno, llegamos y nos bajamos y pasamos por la caseta a que nos timbraran los papelitos (porque el pasaporte se lo queda el barco furante el crucero) y yo pensaba todo el rato que este debe ser el ejército más soberbio y orgulloso del mundo. O sea, ganarle a los gringos no deja de ser una hazaña digna de respeto. He de decir que los militares Vietnamitas me intimidaron un poco. Más que por cómo eran, (porque no eran pesados, de hecho acá todos son como buena onda) sólo de pensar en lo que habían logrado.

Bueno, una vez abajo nos quedaba un rato para subir al bus, así que dimos una vuelta por las tienditas oportunistas que se instalaban al lado del barco (y ojo que eso no pasa sólo en un país bananero como acá, en una wea civilizada como Helsinki era igual) aunque nos aburrimos rápido de ver -una vez más- una cantidad estúpida de malas sopias de relojes cuicos. Asíque fuimos auna tiendita donde exhiben los bordados que hacen las monas a mano acá: una cosa espeluznante, con un nivel de detalle idiota. Y por las dos caras de la tela, nada de eso de andar mostrando la hilacha por el revés. Es impresionante cómo logran perspectiva y sombras y simulan tan bien la realidad como si fuera una foto, pero con hilos. Trabajo de chino. O de vietnamita. Claro que por 5000 USD que costaba un tigre que nos gustó... mejor no.

AL bus y camino a Hue

POr el camino se ve la realidad del campo de acá: pobre y básico, pero eso me pareció del todo encantador. A mí Viet Nam me tuvo con el verde, pero ver el camino, la gente con los búfalos de agua que saludan a los turistas parándose en sus encima (del búfalo), los campesinos en sus arrozales con sus sombreritos tan típicos, los barquitos en forma de canasto, el verde de los campos de arroz, que no es como niun otro verde que yo haya visto en una planta... Todo chupi. Fue como meterse en el campo, en la vida real de la gente de acá. Que es, por lo demás, re parecido a las películas, :P

Yo iba embobada mirando todo esto (es el primer tramo largo -o corto- en bus en el que ni me dieron ganas de dormirme) hasta que empezaron los bocinazos... csm, yo creía al principio que estaba quedando la cagada, el chofer piteaba a diestra y siniestra y veíamos pasar los scooters, autos y bicicletas a cada lado del camino. Pero resulta que no, que no era nada especial: acá se maneja así, las leyes del tránsito las imponen los bocinazos y el tamaño. El que pitea más fuerte o el que es más grande pasa y el resto se corre, así de simple.

Y así llegamos a Hue, que como ciudad es bien horrible, una suerte de Temuco hace 30 años pero pasado por la gerra. PEro ya luego nos estacionamos y caminamos hacia la suerte de ciudad prohibida, una construcción gigante construída en base a la ciudad prohibida de China en Pekin. Lo primero que se ve es un monolito horrible con la bandera de Viet Nam, que es roja entera y con una estrella amarilla al medio. Eso era bien fome, pero luego de atravesar una calle -y con ello poner en peligro nuestra vida, porque como ya se imaginaran, los peatones, sin bocina y tan pequeñitos al lado de todo vehículo, son la última prioridad. Los pasos de cebra son decorativos, uno cruza como puede y cuando puede y de hecho te recomiendan hacerlo por el medio de la calle porque en las esquinas hay más taco- llegamos a la construcción antigua de la ciudadela.

Era increíble!! Lo que más me gustó es que no está restaurada para nada, hay poca intervención entonces las paredes están llenas de musgo y se ve el paso del tiempo, se ve como tan real, sin la pristinez de la restauración de los japoneses que, aunque lo hacen lo más parecido a la realidad posible, copiándo obsesivamente el proceso de hace miles de años, no logran la realidad que tiene Viet Nam. EL mono odió todo esto, dice que todo es horrible, mal tenido, sucio y que huele a pichí. A mí me encantó: todo es verde, lleno de plantas por todas partes, en la paredes se mezclan colores y texturas increíbles y hasta un elefante vi pasar por el primer patio de la ciudadela: no quería más!!

De ahí visitamos los otros patios y jardines. Grande. majestuoso. Pero majestuoso hacia el lado, no hacia arriba, como las iglesias. Acá lo cuático es hacia el lado, la cantidad de hectáreas que abarca el terreno, todo lleno de jardines, bonsais y hasta unos animalillos hechos de arbusto que pocaz

Luago volvimos al bus, pervio acoso de los vendedores de huevaditas varias y fuimos a ver la Pagoda que le llaman, un templo budista con una gran pagoda de 7 pisos bastante alta, hecha de piedra. Tiene 7 pisos para representar cada uno de los estados antes de llegar al nirvana. El último piso representa eso, el nirvana y los pisos de más abajo son como uno va subiendo den el camino de la meditación. Acá me soplan que el sexto nivel es el Buda. Yo cacho que yo sería como el subterráneo...

Ahí tb vimos varios monjes y nos explicaban que en el budismo el ser monje no es una cosa terrible ni ultra definitiva como ser cura. Pra ser monje budista los niños pueden partir a los 3 años, pero siempre tienen la libertad de irse si no les gusta más. O sea que un niño puede ser aprendiz de monje a los 3, pero aburrirse a los 15 y mandarse cambiar, niun drama, nadie se ofende ni nadie se siente traicionado. Además, así como existe la libertad de irse en cualquier momento, también existe la libertad de entrar cuando se quiera. Nos contaban que hay muchos monos que se aburren de la vida que tienen y se meten a monje cuando ya son ancianitos. O te enamoras y te quieres casa y te vas. Hay varias modalidades de ser monje budista. Claro que no para las monas, sólo para los hombres. Lo que sí es obligatorio es cortarse el pelo y deshacerse de todas las cosas materiales que se tiene.  El pelo lo cortan porque representa una cosa de vanidad, una cosa material que sólo ata más al hombre a lo material. EL pelo es un cacho que representa gasto, así que shao con él.

De ahí bajamos al río (la pagoda está mirando al río perfumado, que se llama perfmado porque antes le echaban perfume para que oliera bien, con una vista increíble) y nos subimos ahí msmo a un bote con forma de dragón para ir a dar un paseo por  el río hasta un hotel donde almorzaríamos comida deliciosa con un show de música tradicional vietnamita que fue declarada patrimonio intangibe de la humanidad por ahí por el 97. Tenían unos instrumentos rarísimos y alucinantes que se tocaban con unas cosas como anillos de uñetas bien choros. Yo miraba a los músicos hasta que me dio verguenza, jajaja  AL llegar al hotel nos recibieron tb con música y unos de esos leones tradicionales que están hechos de dos monos vestidos y que mueven la cabeza (esos con forma de Falcor, para los ñoños ochenteros). Pero después nos explicaron que esos eran unicornios, no leones. Y que lso unicornios eran unos de los animales sagrados acá, junto con las tortugas (para la longevidad y la sabiduría), los dragones (para la valentía) y los fénix (para la perseverancia). Los unicornios, que nunca les vimos el cornio por lo demás, representan la buena fortuna.

Después fuimos a ver la tumba del emperador, que quedaba al otro lado del río y creo que fue lo que más me gustó, porque está rodeada de lagunas y es muy bonito y tranquilo y silencioso. Y ya me había acostumbrado más o menos a la humedad y no estaba tan idiota. A la entrada vimos unas estatuas de administrativos y nobles y caballos y elefantes que representan el ejército y la gente que ayudaba al emperador. Los jardines eran espectaculares, llenos de bonsais pero mucho más al natural que la ciudadela. Onda todo con tierra, harto barro y mucho musgo. EN resumen, todo verde y lleno de los árboles que se contorsionan de manera casi antinatural. QUiero uno así en mi casa.

Lo gracioso de todo esto -y lo que da nombre a este post- es que en todo el camino que llevaba del bus a la entrada de la tumba (tumba es como todo un understatement, porque en realidad es un parque gigante con mil jardines y la tumba es todo un edificio en un cerro) habían unos pendejillos que te chillaban una cosa en este idioma ininteligible que es el vietnamita y te mostraban unos plátanos chiquititos, como se dan acá. Y yo todo el rato pensaba qué gran totntera que chillen en algo que no se entiende. Y tanto chillaban la misma frase una y otra vez que al final se me pegó y con el mono terminamos chillando la misma cosa, que asumíamos era una invitación a comprar plátanos.

Hasta que poco a poco el misterio se fue develando: choo ua turai banano? chu wan tubai banano? YOU WANT TO BUY BANANO???

Read Users' Comments (2)

2 Response to "Madame, Monsieur, you want to buy banano??"

  1. adriana, on 28 de enero de 2010, 1:10 said:

    ¡Qué maravilla lo que ustedes están viviendo! Muy vívidas y entretenidas las descripciones. Paisajes, gente y ciudades que les quedarán grabadas como algo irrepetible e inolvidable. Creo que entre esta aventura gloriosa y una fiesta de matrimonio que pasa y se va no hay donde perderse! Espero que hayan comprado por lo menos un banano a los pendejillos! Besitos, Ma y Pa

  2. Osciozo, on 31 de enero de 2010, 23:53 said:

    mona mona... como indicación te comento que la guerra de vietnam fue entre viernam del norte y vietnam del sur. O sea, al final la guerra la gano vietnam del norte sobre vietnam del sur, no vietnam sobre USA.. pa que sepis!!

    Pero bueh, la cosa es que tan pulentos los relatos!!!!

    saludos monos!

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